COMPETENCIAS DIGITALES PARA TPM
El futuro del mantenimiento en la era de transformación digital
Por: Humberto Alvarez Laverde
La transformación digital ha irrumpido con fuerza en todos los sectores productivos, impactando de manera decisiva en la forma en que las organizaciones toman decisiones, estructuran sus procesos y desarrollan sus actividades cotidianas. En la industria, la digitalización no solo se limita a incorporar nuevas herramientas tecnológicas, sino que implica un cambio profundo en la cultura organizativa, en la manera de trabajar y en las competencias que los profesionales deben desarrollar para responder a los desafíos del futuro.
El mantenimiento industrial, y en particular el Mantenimiento Productivo Total (TPM), no escapan a esta realidad. El TPM nació como una filosofía de gestión que buscaba maximizar la efectividad de los equipos mediante la participación activa de toda la organización, con pilares como el mantenimiento autónomo, la mejora enfocada, la gestión temprana de equipos, la formación y la seguridad. Sin embargo, hoy este marco debe ampliarse para incorporar los elementos de la digitalización. La inteligencia artificial, el internet de las cosas, la analítica avanzada de datos, la realidad aumentada y otras tecnologías emergentes están transformando radicalmente la gestión de activos.
Ante este contexto, los profesionales vinculados al TPM ya no solo necesitan competencias técnicas tradicionales para realizar inspecciones, reparaciones o análisis de causa raíz, sino también un conjunto de competencias digitales que les permitan interpretar información compleja, liderar procesos de innovación, gestionar comunidades virtuales y asegurar un uso ético y sostenible de las herramientas digitales.
Competencias digitales críticas en el TPM
La literatura académica reciente ha identificado nueve competencias digitales que resultan indispensables para desempeñarse con éxito en el entorno industrial digitalizado. Estas se organizan en tres grandes categorías: cognitivas y metacognitivas, socioemocionales y prácticas.
- Competencias cognitivas y metacognitivas
- Mentalidad emprendedora: supone la capacidad de generar propuestas de mejora, explorar nuevas soluciones y experimentar con herramientas digitales innovadoras. En el TPM digital, esta actitud impulsa a los equipos a adelantarse a los problemas y fortalecer la cultura de innovación.
- Pensamiento digital responsable: implica garantizar la calidad y veracidad de los datos, evitar sesgos en los algoritmos y reflexionar sobre las consecuencias éticas y sociales del uso de tecnologías. Esta competencia conecta con la filosofía del TPM de buscar la mejora sostenible.
- Alfabetización digital: no basta con manejar un software de gestión, se trata de desarrollar una mentalidad digital amplia, comprender la lógica de los sistemas y usarlos como aliados para mejorar la fiabilidad de los equipos.
- Competencias socioemocionales
- Habilidades transformativas: adaptabilidad, resiliencia y flexibilidad en entornos de cambio constante. Permiten a operarios y técnicos asumir nuevos roles, como la captura e interpretación de datos, y sobreponerse a los fracasos iniciales en proyectos de digitalización.
- Habilidades de comunicación: capacidad para transmitir información técnica en entornos híbridos y multiculturales, gestionando equipos diversos con inteligencia emocional. Son esenciales para traducir datos en mensajes comprensibles para toda la organización.
- Desarrollo personal: disposición a aprender de manera autónoma, gestionar el propio crecimiento y mantenerse actualizado. En la práctica, implica explorar nuevas aplicaciones, cursos en línea y experiencias que fortalezcan el desempeño dentro del TPM.
- Competencias prácticas
- Gestión de comunidades digitales: aprender a liderar y participar en comunidades de conocimiento en entornos virtuales, compartir buenas prácticas y difundir la cultura TPM en plataformas internas o externas.
- Analítica de datos: capacidad para recolectar, limpiar, procesar e interpretar información, identificando patrones que permitan anticipar fallas y mejorar la disponibilidad de los equipos. La analítica se convierte en la base de la mejora enfocada.
- Desarrollo web y programación: aunque no se requiere un nivel experto, resulta valioso manejar nociones básicas de lógica, codificación y automatización. Permite crear scripts, personalizar dashboards y conectar sensores, aumentando la autonomía del equipo de mantenimiento.
Enfoque para la actuación
La integración de competencias digitales al TPM no es una opción, sino una condición para la sostenibilidad y competitividad de las organizaciones industriales en la era digital. El verdadero desafío no consiste únicamente en instalar sensores o adoptar plataformas avanzadas, sino en desarrollar personas capaces de utilizar estas herramientas de manera creativa, responsable y colaborativa.
El futuro del TPM será tanto humano como tecnológico: humano por la resiliencia, la creatividad y la capacidad de trabajo en equipo; tecnológico por el uso intensivo de datos, inteligencia artificial y soluciones digitales. El éxito dependerá de la capacidad de las organizaciones para preparar a sus profesionales y dotarlos de estas competencias, asegurando que el mantenimiento productivo continúe siendo una estrategia integral para alcanzar la excelencia operativa en un mundo en transformación constante
El reto
La digitalización no es un proyecto de futuro: ya está aquí, en nuestras líneas de producción, en nuestras máquinas y en nuestros equipos. Y si queremos que el TPM siga siendo el sistema que asegura la competitividad de la fábrica, debemos evolucionar con él.
Hoy sabemos que el éxito no depende solo de la tecnología, ni siquiera solo de la excelencia técnica. Depende de un equilibrio entre tres grandes bloques de competencias: cómo pensamos, cómo nos relacionamos y cómo aplicamos el conocimiento en la práctica.
Por eso propongo actuar desde el pilar Educación y Entrenamiento para desarrollar las nueve habilidades críticas que marcan la diferencia en un TPM digital y sostenible:
- una mentalidad y capacidad emprendedora que impulse el Kaizen desde el puesto de trabajo,
- un pensamiento digital responsable para usar la tecnología con criterio y seguridad,
- una sólida alfabetización digital que conecte al operario, supervisor, técnicos y jefes con las nuevas herramientas,
- la capacidad de transformarse y reinventarse en cada cambio,
- la autogestión y el desarrollo personal que son la base del mantenimiento autónomo,
- una comunicación efectiva que cierre la brecha histórica entre producción y mantenimiento,
- la gestión de comunidades que une equipos multifuncionales en torno a un objetivo común,
- el análisis de datos que convierte la información de planta en decisiones inteligentes,
- y finalmente, la capacidad digital y web que abre puertas para integrar sistemas, automatizar procesos con los agentes de inteligencia artificial y visualizar la realidad en tiempo real.
Las fábricas que promuevan estas capacidades en sus personas no solo estarán preparadas para enfrentar la digitalización: serán las que lideren el mercado, las que conviertan sus plantas en referentes de competitividad, innovación y sostenibilidad.
Y los profesionales que las desarrollen serán los líderes naturales de esta nueva etapa: hombres y mujeres capaces de unir cultura TPM, datos y tecnología para garantizar lo que siempre ha sido nuestra misión: cero fallas, cero pérdidas y cero desperdicios en una fábrica viva, ágil y de clase mundial.
Hasta la próxima entrega que trataré sobre nuestra experiencia integrando estos procesos dentro de la lógica de los ocho pilares TPM y los procesos de cambio de cultura. Un saludo,
Humberto Alvarez Laverde
